Traduceme en tu idioma!

English French German Spain Italian Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

this widget by www.AllBlogTools.com

Seguidores

domingo, 6 de marzo de 2011

Capítulo 1: planes

 Me encontraba en el camino de un bosque, era de noche y solo se oían mis pasos y el de otra persona corriendo detrás de mi.A cada paso que daba me costaba a cada vez más respirar y como me costaba respirar casi no podía ni correr. La persona que iba detrás de mi se iba acercando a cada vez más y ya la tenía a 20 metros trás de mi. Entonces empecé a escuchar un sonido. El sonido se fue haciendo más fuerte hasta que reconocí la canción. Era una canción de uno de mis grupos musicales favoritos, los Boys Lkie girls. Pero, ¿qué hacía sonando en mitad de ninguna parte la canción de love drunk? Entoces abrí los ojos y estaba en mi cama. Eran las once y media de la mañana de un domingo cualquiera a una semana de acabar el instituto. La canción provenía de mi móvil. Cogí el móvil y vi que  mi amiga Laura me estaba llamando,no se que es lo que me tenía que decir cuando ayer estuvimos juntas toda la noche. La noche anterior había estado de fiesta por una discoteca de Madrid y creo que bebí un poco más de lo que debía, llegué a las doce de la noche a mi casa. Cogí el teléfono y le di a la tecle de descolgar.
-¿Diga?- mi voz salió ronca.
-Soy yo Gabriella, te tenía que decir si esta tarde vas a salir...¡Ah! perdona,¿te acabo de despertar?- dijo mi amiga con voz alegre y divertida.
-No si te parece Laura esta voz la pongo porque quiero- dije con tono sarcástico y riéndome a la vez.
-Lo siento mucho Gaby, te compensaré esta tarde llevándote al cine y yo pagando las entradas, ¿de acuerdo?.
-Muy bien iré, pero yo pago las palomitas y los refrescos.
-Está bien, esta tarde a las seis en el cine, ¿te parece buena hora, o te tienes que echar una siesta bella durmiente?- dijo Laura riéndose.
-Allí estaré, adiós.
-Hasta las seis- dijo esto mi amiga y colgué.
Me levanté de la cama y fui a subir la persiana. Mi habitación se iluminó dejando al descubierto el color lila de las paredes y los numerosos posters y fotos todas pegadas por la pared. Mi habitación no es que fuera muy grande, se podría decir que era de un tamaño medio. En el escritorio estaba el ordenador portátil que me regalaron mis padres cuando tenía doce años, y al lado del ordenador la mochila con las cosas del instituto y los numerosos papeles todos ordenados. Al lado de la mesa estaba la estantería blanca llena de libros, figurillas. Enfrente estaba mi cama desecha con mi guitarra a los pies y al lado el armario empotrado con las dos puertas con un espejo del tamaño de la puerta en cada una. La puerta estaba enfrente de la ventana. Me dirigí allí y abrí la puerta, el primer ruido que me vino fue el de la música de mi hermana desde su habitación color rosa. Su habitación estaba repartida igual que la mía pero no tenía tantas fotos como tenía yo.
-Cierra la puerta Laia que se te escucha desde el primer piso de el edificio- mi hermana que me estaba dando la espalda se dio la vuelta y me miró con sus grandes ojos verdes sorprendida como si verme fuera un milagro.
-Por fin te has despertado, ¿cuánto bebiste anoche que no hacías más que decirme lo mucho que me querías?- me dijo con una sonrisa pícara mientras yo la miraba estupefacta.
-¿Tanto había bebido como para hacerte eso y no acordarme de nada?- la verdad llegué a un punto en el que no me acordaba de lo que hice después de ponerme a bailar con uno.
-Ajá, y luego te tumbe en la cama y te quedaste frita en cuanto te tapé- se quitó uno de sus mechones rubios de la cara
-Vaya...- no podía decir más.
-No pasa nada mamá y papá no me han preguntado al respecto- dijo riéndose a carcajada limpia.
Me fui meneando un poco la cabeza quitándome la imagen de mi hermana acostándome en mi cama. Encontré a mis padres en el salón de estar, sentados en el sofá marrón viendo un programa cómico. Mi madre, Coral, se estaba riendo al igual que mi padre y al verme mi madre me dirigió una sonrisa y en sus ojos ,del mismo color que los mios y los de mi hermana, había felicidad.
-¿Qué tal la noche Gaby?- me preguntó mi padre, Luis.
-Muy bien la verdad...me voy a desayunar.
Para ir a la cocina tenía que atravesar el salón y el comedor. Cuando llegué a la cocina me preparé el desayuno y me senté en una de las sillas del comedor. Mientras me comía los cereales me distraía viendo de donde era el tazón. Era interesante pero ya me lo sabía de memoria, salió de un bloque de arcilla. Me di cuenta de que tenía mi don cuando tenía seis años y desde ese momento me interesaba el pasado de todo lo que me rodeaba. Pero no podía ver todo lo que quisiera, solo podía observar lo que pasaba hace un siglo tan nítidamente que como si estuviera allí mismo. Luego si quiero ver más allá de hace un siglo lo veía todo borroso o muy mal. Una vez intenté ver de que edad provenía un jarrón griego que encontró mi madre en una excavación que hizo en Atenas. Mi madre era profesora de historia en una de las universidades más importantes de Madrid, y en sus ratos libres investigaba objetos antiguos. Lo que vi fue una mujer guardando algo dentro de él para luego taparlo con una tela todo ello algo borroso, después de aquello ayudaba a mi madre en todo lo que podía. Ella tenía la vaga esperanza de que me convirtiera en una arqueóloga mundialmente famosa, pero mis ideas eran poder cambiar en algo el mundo. Cuando terminé de desayunar me fui a dejar el tazón en el fregadero para irme a mi habitación a estar un rato con el ordenador y a tocar un poco la guitarra. Entré a mi habitación y cerré la puerta tras de mi. Cogí la guitarra y me puse a tocar mis canciones favoritas. La música me apasionaba y si podía estar todo el día en contacto con ella mejor. Desde pequeñita mi padre me llevaba a clases de guitarra y de canto y siempre me gustaba participar en concursos y cantar para mis amigos. De pronto, entró Laia y me dejó en la mitad de un estribillo.
-Hola Gaby, ¿sabes qué eres la mejor hermana gemela del mundo y qué todo lo que haces lo haces bien?- me dijo con la sonrisa de pedir algo de mi hermana.
-¿Qué quieres Laia?
-Bueno...¿Qué si mañana podrías ver el pasado de Mario por favor? Será la última vez que te lo pida solo quiero saber si le gusto o no.
Mario era el chico que le gustaba a mi hermana y un gran amigo mío, y ella estaba obsesionada con él, tanto que me había pedido ya cinco veces que le vea el pasado. Su pasado no es que fuera muy interesante pero a mi hermana le interesaba todo lo que Mario hacía o dejara de hacer. Como si a ella le costara leerle el futuro si sabe lo que ve a pedirle a ella o a otra persona. A mi me costaba bastante leer el pasado como ya para que mi hermana me pidiera que se lo leyera a uno de mis mejores amigos. Pero como le dijera que no se lo diría a mis padres y ellos me obligarían a hacerlo.
-Está bien pero que sea la última vez, ¿entendido? Pero aunque te dijera que no, se lo dirías a mamá y a papá y ellos me mandarían a leerle el pasado- le dije dirigiéndole una mirada envenenada.
-De acuerdo, será la última vez pero lo harás, ¿no?
-Si, y ahora fuera de mi habitación que estoy practicando.
-Gracias, gracias, gracias- salió dando saltitos de mi habitación.
Seguí practicando y pensando en Mario y en Laia. Mario era un chico alto, con el pelo castaña claro y los ojos grises. También era un buen amigo y una persona honesta pero algo egocéntrico. Se creía más de lo que realmente era, y en muchas ocasiones mi amiga Laura y yo hemos tenido que ayudarle a sacarle de algún apuro o contratiempo. Mario iba a mi misma clase y Laia a otra y en los recreos y los cambios de clase ella aprovechaba para verlo y hablar un poco con él. Hacían buena pareja pero no veía a Mario saliendo con mi hermana. Mientras que ella era irresponsable él tenía un poco, solo un poco más de responsabilidad que ella y tenía cierto temor de que les pasara algo cuando estaban juntos y solos. Pero a mi hermana él le parecía el chico perfecto y yo no podía intervenir en eso. Siempre me acordaré del día en que Mario y Laura vinieron a mi casa a buscarme para irnos al centro comercial y Laia le vio por primera vez. Ella se quedó mirándome como diciendo “¿Tu sales con ese chico?” y le dirigió una sonrisa a Mario. Entonces nos fuimos al centro comercial y cuando volví mi hermana me tendió una emboscada con millones y millones de preguntas sobre él. Fui a coger el ordenador de mi mesa cuando me llamaron al teléfono. Miré en la pantalla de mi teléfono negro y vi un número desconocido para mí. Pulsé la tecla de descolgar y me acerqué el aparato a la oreja.
-Hola Gaby soy Mario, ¿cómo estás?- me preguntó mi amigo con voz dulce.
-Muy bien Mario, ¿de quién es este móvil?
-De mis padres el mío se ha quedado sin saldo- dijo riéndose.
-Vale lo guardaré por si acaso, ¿para qué me llamas?
-Te llamaba para saber si ibas a salir con tu hermana esta tarde- me dijo tartamudeando en cuanto pronunció la palabra salir.
-Si voy a salir, pero con Laura. Voy a ir al cine con ella... Laia no se lo que hará esta tarde si quieres le pregunto que si quiere ir contigo- no me hacía falta preguntarla para saber que la respuesta sería un si-
-¿Puedo ir con vosotras hoy no tengo planes y pensé si podía ir con vosotras?
-De acuerdo a las seis en la puerta del cine, no llegues tarde, ¿ok?
-Vale a las seis, ¿me pasas a tu hermana?- no se que le querría preguntar a mi hermana.
¡Laia!-grité su nombre.
Ella entró y me dedicó una sonrisa sabiendo lo que pasaba.
-Está Mario al teléfono quiere hablar contigo- le dije a Laia.
-Hola Mario, ¿qué tal?- le preguntó Laia y se fue con mi móvil.
-Cuando acabes devuélveme el móvil que lo necesito- Laia me miró, asintió y se fue a su cuarto.
Sonreí un poco y me fui al ordenador. Lo encendí y al conectarme al tuenti tenía un montón de peticiones de amistad, mensajes y numerosas fotos en las que mis amigos me habían etiquetado. Antes de acabar me di cuenta de que en la mayoría de las fotos que tenía con mis amigos por detrás salía un hombre vestido completamente de negro. No le había visto había visto nunca salvo en esas fotos. Puse un comentario diciendo si alguien sabía quien era esa persona. Algunos me contestaron que podría ser un camarero de el local, otros una persona cualquiera pero que había estado en los mismos locales donde había estado yo me dejaba un poco asustada. ¿Y si me estaba siguiendo? Pero,¿por qué? Entonces una bombilla se iluminó en mi cabeza. Si me estaba siguiendo sería por una razón. Sabía lo de mi don porque no se me ocurría ninguna otra razón de el porque me estaba siguiendo. Mi hermana interrumpió mis pensamientos entrando en mi habitación y dándome el móvil indiferentemente.
-¿Qué quería Mario?- si le había dicho algo importante sería a la última persona que se lo contaría.
Mi hermana y yo no nos llevábamos tan bien como parecía. Eramos mellizas pero eramos prácticamente norte y sur.
-Me preguntaba que si iba a salir a algún sitio y le he dicho que no... no se porque me lo habrá preguntado- suspiró
-Yo tampoco, ¿has visto lo que quería hacer?- a Laia con solo pensar en la persona, podía verle el futuro sin necesidad de tocarle o de estar cerca de esa persona.
El problema es que solo podía ver el futuro de una persona a la vez y que haya visto con anterioridad personalmente, pero resultaba un don muy útil desde el punto de vista práctico. Aunque nos lleváramos mal nos ayudábamos mutuamente con los estudios. Ella me podía decir si iba o no iba a venir el profesor o si iba a hacer un examen sorpresa mientras que yo le decía las respuestas de los exámenes tocando ligeramente al profesor. Ya se que era trampa pero cuando posees un don es para utilizarlo ya sea para bien o para mal. Laia cerró los ojos y se concentró en su tarea.
-Si pero no hay nada especial que quiera hacer- abrió los ojos- bueno toma tu móvil, mamá me a dicho que a comer.
Cogí el telefono y me fui al salón pero antes apagué el ordenador no queria que Laia viera las numerosas fotos y archivos que tenía. Cuando vi que estaba apagado me fui al comedor y vi que en la mesa había un bol con ensalada y mi madre en las manos tenía una bandeja con pollo asado. Me senté en mi silla y mi hermana trajo una botella de coca-cola. 
-¿Qué es lo que quieres Laia el muslito o la pechuga?- preguntó mi madre a mi hermana.
- Lo de siempre mamá un muslito y una alita por favor.
-¿Y tu Gaby?- me preguntó yo estando distraída.
- Yo pechuga por favor.
Mi madre nos fue sirviendo la comida y cuando terminó nos pusimos a comer. La comida estaba deliciosa como casi todo lo que cocinaba mi madre.
-¿Qué vais a hacer esta tarde chicas?- nos preguntó mi padre a mi hermana y a mi.
-Yo he kedado con Laura y con Mario a las ocho, ¿por qué lo preguntas?
-Tu madre y yo vamos a ir a la puerta del sol hemos quedado con un amigo nuestro.
-Yo me voy con Gaby al cine ¿no te importa verdad?- mi hermana me miró con ojitos de cordero degollado y cuando asentí le salió una sonrisa de oreja a oreja.
No me apetecía mucho que viniera conmigo pero al imaginarmela con Mario me ablandó el corazón y le dije que si. Mi hermana y yo nos llevabamos ni muy bien ni muy mal. Eramos en todo dos polos opuestos y en lo único en que nos paercíamos era en que teníamos los ojos del mismo color verde y que nacimos el mismo día.
-¿Cuando os vaís?- les pregunte a mis padres.
-Hemos quedado con él a las siete y media y creo que nos quedaremos a cenar- me dijo mi madre con una mirada como diciendo que vayamos a cenar y que cuide de mi hermana- saldremos de aquí cosa de las seis y media.
Terminamos de comer y como eran las cuatro de la tarde me fui a dar una ducha y vestirme. Decidí hoy ponerme algo más guapa de lo normal y me ricé el pelo. Eran las cinco y media cuando acabé y mi hermana me estaba esperando en la puerta de mi casa.
-¡Adios papá y mamá!- grité yo.
-Adios chicas- cuando dijeron eso mis padres salimos por la puerta y nos dirigimos al metro para coger el tren para ir al cine.

6 comentarios:

  1. me gusta mucho, sigue así:)
    aquí te dejo mi blog para que le eches un vistazo, me e echo seguidora de tu blog ;)
    http://agatha-comoveslavidaapartirdelos15.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  2. muxas gracias... tu blog mola un monton y me gusta las cosas que pones!!!

    ResponderEliminar
  3. ooh, me ha enganchado!
    me encanta como escribes, te sigo, ok?
    espero la continuación;)

    ResponderEliminar
  4. Acabo de ver tu blog y leerlo y creo que la historia promete, todavía le falta arrancar pero es un principio. Me he hecho seguidor tuyo (tienes escasez de lectores XD). Sigue así y esperando el siguiente!!

    ResponderEliminar
  5. La verdad me han recomendado este blog y yo lo he leido sinpensarmelo dos veces ;D el capitulo es diferente y me atrae . De hecho me recuerda a fairy oak ;D pero si si que me gusta y mucho ,D ya me he hecho seguidora porque la historia engancha ;D ya tengo ganas de saber quien es el de negro ;D (LL) un besazo

    ResponderEliminar
  6. Me encanta!! ...me he enganchado ya espero que pongas el siguiente capitulo!!

    ResponderEliminar